Siéntate sobre un cojín cómodo asumiendo las posturas del cuerpo, practica bien las prácticas preliminares comunes y, con una mente de renuncia, voy por refugio y cultivo la bodhicitta.
Este método de realización comienza diciendo que debemos sentarnos sobre un cojín cómodo, y esto es una de las causas, la causa inicial. Cuando queremos comenzar a meditar, si nos sentamos en un cojín incómodo, tendremos dolor de espalda, dolor en las piernas y demás, y no podríamos sentarnos. Por lo tanto, necesitas sentarte en un cojín cómodo. Esta es una de las condiciones. Las diferentes condiciones son originación dependiente. Si un cojín está vacío, no tiene sentido. Necesitas tener un meditador sentado en el cojín. Y cuando el meditador está sentado en el cojín, debe sentarse es una postura de meditación. No pueda sentarse de cualquier manera que le plazca. Debe sentarse correctamente. La postura adecuada es la postura de los siete puntos de Vairocana.
Las manos deben estar juntas, la espalda recta y el pecho abierto. La barbilla hacia adentro, la mirada siguiendo la trayectoria de la nariz, o al frente, la punta de la lengua toca el paladar superior. Estos son los requisitos del cuerpo. Porque estamos entrenando nuestra mente en este momento, tenemos que trabajar con nuestra mente. Cuando estamos vivos, el cuerpo y la mente son inseparables. Por eso el cuerpo puede afectar a la mente, especialmente en el viento sutil, los canales y todos los diferentes tipos de conciencia dentro de estos. Todos estos son las causas. Por eso, al comienzo, tenemos que asegurarnos de cumplir con los requisitos físicos de la postura.
Entonces en el método de realización dice:
Con una mente de renuncia, ve por refugio y cultiva la bodhicitta.
Esto también es muy importante. Está escrito en el método de realización, pero es algo importante para cada practicante del entrenamiento mental.
Jigten Sumgön mencionó que las prácticas preliminares son aún más importantes que la práctica principal. Las prácticas preliminares son muy importantes. Hay cuatro prácticas preliminares: Contemplar en la preciosa vida humana; en la impermanencia; en los resultados de las acciones; y en las faltas del saṃsāra.
Por lo tanto, aquí también debemos contemplar estos cuatro pensamientos. Jigten Sumgön mencionó en La Única Intención que, sin importar la práctica de entrenamiento mental que realicemos, debe incluir todos los aspectos fundamentales del camino gradual. Una vez que hayamos completado estos, basados en la originación dependiente de las causas y condiciones, podremos alcanzar los resultados de la práctica.
Cuando practicamos la unión con la realidad fundamental del lama, es importante comprender y contemplar estos cuatro pensamientos, que son prácticas preliminares comunes. Estos pensamientos serán muy útiles para nuestra práctica. Estos nos permiten despertar la renuncia. ¿Qué es la renuncia? Para muchos de nosotros, podríamos pensar que renunciar a las cosas implica ver todo como extremadamente cruel y tener una perspectiva pesimista, con una especia de dolor en el corazón. Sin embargo, considero que eso no es del todo cierto.
La renunciación es la sabiduría que surge en medio de los problemas y desafíos, y es la esperanza de ser libre y alcanzar la iluminación. Esa es la forma precisa de pensar en la renunciación. A menudo, también lo veo de esta manera: la renunciación es como estar encarcelado en una prisión oscura, sin poder ver nada, sin luz ni visibilidad del exterior. Sin embargo, en ocasiones, una persona puede cavar un pequeño agujero con una piedra y, a través de ese agujero, ver la luz y maravillarse con la visión de montañas, agua, árboles, flores y todo tipo de hermosos paisajes. En ese momento, la persona piensa: “A pesar de estar en la oscuridad, existe un mundo completamente nuevo afuera lleno de alegría”. Ese sentimiento y motivación de querer salir. Despertamos la renunciación porque conocemos el sufrimiento de saṃsāra y queremos alcanzar el despertar, queremos alcanzar esa felicidad. No es simplemente pensar en el sufrimiento y luego despertar la renunciación. Es la esperanza de buscar la liberación.
Una vez que hayas despertado la renuncia, también buscarás el camino hacia la iluminación. Por eso es necesario refugiarnos en las tres joyas. Así es como se desarrolla el desapego.
Entonces, ¿cuál es el significado del refugio? El refugio es una persona que nos guía en el camino. Una buena analogía sería que, en los reinos del saṃsāra, existen todo tipo de aflicciones mentales y todos estamos muy enfermos. Por lo tanto, deseamos ser curados de nuestra enfermedad. ¿Qué debemos hacer entonces? Debemos buscar a un médico. Los médicos normales no pueden ayudarnos, ¿por qué? Porque estamos gravemente enfermos. Necesitamos buscar a un médico altamente capacitado, extremadamente sincero y compasivo. Así que debemos buscar un médico con estas características. Solo entonces podremos recibir ayuda y curarnos de nuestra enfermedad. En este sentido, el Buda es como un buen médico.
Sin embargo, tener un médico altamente capacitado no garantiza que nuestra enfermedad será curada. La causa principal para sanar es tomar la medicación recetada por el médico o, posiblemente, someternos a una cirugía. Solo entonces podemos curarnos de nuestra enfermedad. Esto es equivalente a las enseñanzas del dharma. El dharma es la cura que nos ayuda a mejorar y sanar. Por ejemplo, el médico puede tener una medicación muy efectiva, pero si el paciente no la toma en absoluto, la enfermedad no puede ser curada. El paciente necesita tomar la medicación para que la enfermedad se cure. En relación a las tres joyas, esto se refiere a la joya del dharma.
En nuestra condición de enfermedad, no podemos curarnos por nosotros mismos y necesitamos a alguien que nos ayude y nos apoye, ya que estamos tan enfermos que no podemos mantenernos erguidos, por así decirlo. En esta analogía, la comunidad de practicantes representa esa ayuda. Ellos han practicado antes que nosotros, han seguido al Buda y han aprendido. Están ahí para ayudarnos y apoyarnos en nuestra práctica.
Estos métodos de practicar los preliminares comunes nos ayudan a despertar la renuncia.