Dos Tipos de Dharma

En realidad, el Dharma es una creación de la mente. Hay dos tipos de Dharma: el Dharma mundano o samsárico y el Dharma del nirvāṇa, el sublime Dharma que practicamos. Ambos son creados por la mente.

Por ejemplo, dentro del Dharma que practicamos, el Dharma religioso o Dharma del Buda, creamos etiquetas como “Soy Gelugpa” o “Él es Gelugpa y yo soy practicante Sakya”. Etiquetamos cada linaje, y cada linaje tiene una opinión diferente, distintas maneras de determinar la verdad, y demás.

Sin embargo, si observamos de cerca el significado interno de las diversas enseñanzas en los distintos linajes, en realidad son lo mismo. Todos comienzan con los cuatro cambios de mentalidad que transforman la mente y conducen a la permanencia en calma y al ver superior.

Todos practican la bodhicitta como base; si comprendes esto, puedes realmente resolver la visión parcial.

A nivel externo, los grandes eruditos defienden sus linajes a través de varios debates y convenciones. Sin embargo, debemos entender que, aunque lo hacen verbalmente, la mente sigue siendo no-dual.

Verbalmente sostienen el linaje a nivel externo, pero dentro de su mente no hay división. Debes entender que sus diferencias son solo a nivel externo, pero a nivel interno, en última instancia, todos conducen al mismo resultado, sin importar qué camino de práctica sigas.

Si lo ves de esta manera, la práctica se vuelve muy fácil. Por otro lado, las personas que se aferran y se apegan a su propio linaje a menudo crean mucha política en torno al Dharma.

Etiquetan, pensando que son buenos y que los demás no lo son tanto. Por ejemplo, pensamos que somos budistas: somos elevados, somos los mejores y los demás no son tan grandiosos.

Luego, en respuesta a eso, otras personas critican el voto de refugio y demás. Toda esa etiquetación externa y la creencia de que el “otro” es malo —por ejemplo, pensar “Somos budistas y los otros son malos”— crea mucho malestar e infelicidad en la mente.

Así que podemos ver que los diversos puntos de vista y doctrinas del Dharma han sido creados por la mente. Debemos liberarnos; nuestra mente debe liberarse.

El Buda dijo que, en última instancia, todo proviene de la naturaleza búdica; todo es creado a partir de ella y surge de ella. Los diversos caminos del sistema mundano y del sistema del Dharma, y demás, han sido creados por esa mente.

Y aunque han sido creados, al mismo tiempo, si comprendes que todo es como una ilusión —si no lo tomas todo como algo tan válido y verdadero, sino que lo ves más como una ilusión temporal—, entonces la mente se relajará más y habrá menos apego en la mente, por lo que comprenderás la esencia de lo que se enseña.

Aquellos que se aferran a cualquier tipo de visión, incluso a una visión filosófica, son ordinarios en cuanto al apego. Aferrarse a la verdad y a la realidad de cualquier cosa, incluso si es su propio linaje o religión, es una falta.

Por ejemplo, practicamos el Gran Sello y la Gran Perfección, y algunas personas dicen que el Gran Sello y la Gran Perfección son mundos aparte. Tal vez al explicarlas en palabras, sepueda argumentar eso, pero en última instancia, ambas hablan de realizar la naturaleza de la mente.

Tienen enfoques ligeramente diferentes en el camino, pero en última instancia, el resultado final, la naturaleza de la mente, es siempre el mismo. Solo hay la naturaleza de la mente y nada más.

Si no entendemos eso, entonces nos aferramos a nuestra propia visión elevada y practicamos el Gran Sello, por ejemplo, pero en última instancia, nuestra visión parcial dañará nuestra práctica.

Entonces, en el camino hay pequeñas diferencias, pero en última instancia hay una única esencia. Si comprendes este punto esencial, tu mente estará más relajada.