Chö

Machik Labdrön Machik Labdrön

Sabiduría de una Anciana

”Durante noventa y nueve años,
He trabajado por el beneficio de los seres.
Ahora este trabajo está casi completo.

No tomaré otro nacimiento
en este reino humano en forma física,
ni dejaré atrás ningún resto o reliquia.

Pero mis emanaciones en el mundo serán innumerables;
y muchos las reconocerán.
Serán percibidas de diferentes maneras,
dependiendo del karma, puro o impuro.

De la misma manera, la mente misma no tiene soporte, no tiene objeto:
deja que descanse en su extensión natural sin ninguna fabricación.
Cuando los vínculos (de los pensamientos negativos) se liberan,
serás libre, no hay duda.

Como cuando se mira al espacio, todos los demás objetos visuales desaparecen, así es para la mente misma.
Cuando la mente está mirando a la mente,
todos los pensamientos discursivos cesan y
se alcanza la iluminación.

Como en el cielo todas las nubes desaparecen en el cielo mismo:
dondequiera que vayan, no van a ningún lugar,
dondequiera que estén, no están en ningún lugar.

Lo mismo ocurre con los pensamientos en la mente:
cuando la mente mira a la mente,
las olas del pensamiento conceptual desaparecen.

Este cuerpo nuestro es impermanente,
como una pluma en un paso de montaña alto.
Esta mente nuestra es vacía y
clara como la profundidad del espacio.

Relájate en ese estado natural, libre de fabricación.
Cuando la mente está sin ningún soporte, eso es Mahāmudrā.
Familiarizarse con esto, fundir tu mente con ello
— eso es la Budeidad.

El ver supremo está más allá de toda dualidad de sujeto y objeto.
La meditación suprema es sin distracción.
La actividad suprema es la acción sin esfuerzo.
El fruto supremo es sin esperanza ni miedo.

Esta anciana no tiene instrucciones más profundas
que estas para darte”.

- Machik Labdrön