Una vez que hayas logrado la confianza interna de cierto grado de práctica, tradicionalmente irías a estos lugares encantados y áreas aterradoras para practicar allí la práctica de Chö. Pero, el Chö como una práctica general regular es excelente para ayudarte a adquirir mayor familiaridad con la cultivación de la perfección de la generosidad. Es muy útil para eso.
En términos generales, cuando hablamos de la práctica de Chö, donde estamos invocando a los seres celestiales y los demonios, los fantasmas y los espíritus, el practicante de Chö reconoce que todos estos demonios y espíritus y fantasmas son en realidad su propia madre de vidas anteriores. Pero debido al karma negativo, sin poder evitarlo, han tomado tal cuerpo negativo, esta forma terrible de estos fantasmas y demonios.
Aunque en realidad no tienen la intención consciente de hacerte daño, pero debido a la ley infalible del karma, dado que en la vida anterior fueron tu madre y no has retribuido esa amabilidad hacia ellos, sin poder evitarlo, nacen como causantes de daño y dondequiera que vayan, traen infortunio y efectos negativos debido al poder de su karma negativo, aunque realmente no quieran hacerte daño.
Luego, debido a la conexión kármica con ese ser, porque en vidas anteriores te trataron con amabilidad como tu madre y no has retribuido esa amabilidad, entonces ellos aparecen en forma de tomar su deuda kármica. Y es por eso que aparecen como estos fantasmas causantes de daño.
Reconociendo eso, el practicante de Chö no siente deseos de hacer daño o retaliar, sino que su flujo mental está lleno de gran compasión, y así es como practican con estos espíritus o seres celestiales y demonios.