Naturaleza Primordial del Yidam

En el cuerpo, el rey de las formas divinas,
Si el soporte estable de la base inmutable no se mantiene,
Las Caminantes del Espacio, el séquito y los súbditos no se reunirán.
Así que, ¡esfuérzate sinceramente por el cuerpo del Yidam!

Hay un significado profundo en este segundo verso.

Este cuerpo que tenemos ahora, nuestra apariencia física con sus agregados y elementos, constituyentes y las mismas fuentes, son espontáneamente, primordialmente, el rey del Yidam. Entonces, el cuerpo en sí es nuestro propio cuerpo, el rey del Yidam.

Este es un significado profundo que debemos entender: no es algo completamente nuevo que aparece, ha estado ahí desde el principio. Nuestro cuerpo, primordialmente, es por naturaleza la apariencia espontánea de los Yidams.

Nuestros agregados, nuestros elementos, nuestras fuentes sensoriales son, por naturaleza, espontáneamente el Yidam.

Pero no es suficiente solo decirlo, ya que con ello viene un pensamiento dualista y discursivo muy sutil, y un apego a la dualidad, que debe ser purificado.

Para purificar esto, debemos practicarlo. Debemos practicar la práctica del Yidam, no de manera superficial, sino de manera auténtica para realizar lo que siempre ha estado ahí espontáneamente.

Si diéramos una metáfora mundana, si tenemos una línea de realeza en la familia de un rey, el rey y su hijo, el príncipe, el primogénito, naturalmente se convertirá en rey.

Pero si no actúa en consecuencia, o si incluso si no recuerda esto y abandona el reino y se olvida que es el príncipe, y no se entrena para manifestar las cualidades del futuro rey, aunque por naturaleza sea el sucesor del trono, no asumiría lo que naturalmente es suyo.

Por lo tanto, dice:

En el cuerpo, el rey de las formas divinas,
Si el soporte estable de la base inmutable no se mantiene,
Las Caminantes del Espacio, el séquito y los súbditos no se reunirán.

Entonces, incluso si en este ejemplo nacemos como príncipe, el heredero al trono, si no actuamos en consecuencia, si no hacemos surgir externamente las cualidades, y no tomamos posesión más adelante del trono del rey, no obtendremos la autoridad, el poder del rey, aunque naturalmente estemos en esta línea y estemos predestinados a ser el heredero del trono.

Por eso es tan importante que practiquemos el Yidam, y así nuevamente: