El equilibrio correcto puede compararse con hilar hilo a partir de algodón. Allí, es muy importante no hacerlo demasiado apretado o la cuerda se romperá; si está demasiado suelto, el hilo no se formará correctamente. Otro ejemplo es alguien que toca un instrumento de cuerda. Para obtener el tono correcto, la cuerda no debe estar ni demasiado tensa ni demasiado suelta, tiene que estar justo en el medio.
La concentración es crítica para mantener la mente en este aspecto adecuado de no estar demasiado tensa, no esforzarse demasiado por mantener el enfoque y no permitir que el enfoque se relaje demasiado.
Al principio, esto no vendrá naturalmente. Uno debería esperar dedicar una gran cantidad de esfuerzo en mantener la mente enfocada de esta manera equilibrada. Debido a esto, siempre se aconseja al principiante mantener las sesiones de meditación muy breves.
Seis minutos es aproximadamente el tiempo adecuado para una sesión meditativa. Luego debes tomar un descanso y volver a la meditación. Puedes hacer eso diez veces (eso serían diez sesiones de seis minutos, con un descanso entre cada una).
De lo contrario, si intentas mantenerlo durante demasiado tiempo al principio, estas formas sutiles y burdas de distracción son inevitables. No es bueno forzarlo y seguir meditando incluso si tu mente está llena de estas distracciones.
Los defectos asociados con la relajación y la tensión en la meditación. No nos referimos necesariamente a una relajación física. El cuerpo puede mantenerse en una postura muy adecuada, pero la relajación interna puede surgir de todos modos.
Se dice que es como una suavidad interior, una especie de relajación mediante la cual la mente divaga de manera más sutil, en lugar de la forma burda de pensar en diferentes fabricaciones conceptuales como se discutió antes.
Esta es una conceptualización muy sutil que no toma la forma de pensamientos reales, sino que está asociada con la sensación de relajación interna. Uno puede verse atrapado en ella sin conceptualizar. Este defecto perturba el enfoque mental unificado.
Así como la mente puede relajarse mientras está en la postura adecuada y pueden surgir interferencias sutiles o conceptualizaciones, de la misma manera se producen perturbaciones sutiles cuando la mente se mantiene demasiado tensa.
En otras palabras, si la mente se mantiene demasiado alerta, demasiado enérgicamente, entonces, incluso si las concepciones burdas no surgen, las sutiles sí y se produce una perturbación sutil de la mente.
Por lo tanto, la práctica de la permanencia en calma depende de este equilibrio casi perfecto entre la tensión y la relajación de la mente.